Monday, November 06, 2006

Habitación de un silencio cerrado


De esos días que duelen.

De los que te sientes bien pinche solo, y aunque todos te digan que ahí están para lo que sea, nadie se atreve a compartirte.

De esas veces que ni las paredes tienen ganas de escucharte, de cuando te cansa el silencio porque no da señal de que algo esté vivo.

De esos días que puedes pararte en la ventana viendo cómo avanza la luna.
Días en los que se te revuelve el estómago cuando se conecta alguien pensando que es ella, pero nunca lo es....

Nunca

Cuando te da miedo que toquen a la puerta de tu cuarto, cuando todas tus muñecas están dormidas o que no tienen ganas de moverse.

Cuando la inventas a ella en cualquier sombra por necesidad, no por imaginación para convencerte a ti mismo que todavía eres humano y que no eres un algo que da vueltas por ahí en una habitación de madera.

A veces me convenzo que no soy yo lo que tiembla de miedo, que es el diablo, sí, el diablo.

El que tomamos por el simple gusto de morirl o el que tomamos por una taza de café por una apenas caricia.

Cúanto me hiciste falta, mi niña.

Cómo qusisiera que estuvieras en todas partes.
Aquí hay una fuga que no puedo averiguar.


Por:
Samuel Chavarría

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

opino: este texto es de lo mejor que le haya leido

12:42 PM  
Anonymous Anonymous said...

pues a mi la neta se me hizo bastante la decadencia de otros textos que he leido de Samuel, no gustó pero nadita

5:09 PM  
Blogger Mujer del Oasis said...

Creo que a todos nos ha pasado eso alguna vez...nos hace falta esa "mariposa tecnicolor"...de la que a veces estoy indispuesta a creer que la veo...esa imagen poética y rural que se acerca a tu oído susurrando un pequeño suspiro repleto de caricias...y un miedo palpita en nuestros hombros...para llorar cuando realmente...estamos solos...

6:28 PM  

Post a Comment

<< Home