Una pasión en el desierto
El extenuado y sediento viajero perdido en el desierto
vio que la hermosa mujer del oasis avanzaba hacia él
cargando un enorme cántaro en el que casi se oía bailar
al agua.
- ¡Por Aláh! -gritó-. ¡Díme que esto no es un espejismo!
-No -respondió la mujer, sonriendo-. El espejismo eres tú.
Y
En un parpadeo de la mujer
El hombre desapareció.
Por:
José de la Colina.
4 Comments:
toto, saludos, llevare el viernes algo para tallerear, gracias por visitar el blog estamos en contacto
Excelente cuento. Me gustó mucho
Vaya, la esquizofrenía de una mujer bajo el sol.
"Rostros que se pierden en la arena" -diría Foucault.
aa... no entendi muy bien jeje tendre que leerlo otra vez jaja... aun no despierta el hamster de mi cerebro jeje
oo tienes cosas muy intereesantes aki.. y muy bonitas.. seguire leiendo...
cuidate!
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